Guía Completa: Grasas en las Etiquetas-Cuáles Evitar, Cuáles Aceptar y Cuáles Moderar

Guía Completa: Grasas en las Etiquetas-Cuáles Evitar, Cuáles Aceptar y Cuáles Moderar

Las grasas son un componente esencial de nuestra dieta, pero no todas son iguales. Saber identificar las grasas buenas y malas en las listas de ingredientes puede marcar la diferencia entre consumir alimentos que beneficien tu salud o que, con el tiempo, puedan perjudicarla.

En este blog, te enseñaré cómo reconocer las grasas en los productos que compras, las distintas formas en que aparecen en las etiquetas y cómo decidir cuáles incluir en tu dieta, incluso si un producto tiene sellos de “alto en grasas saturadas”.


  1. Grasas Buenas: Las que debemos aceptar y consumir: Estas grasas son beneficiosas para el organismo. Proveen energía, favorecen la salud del corazón, mejoran la absorción de vitaminas y ayudan a mantener el equilibrio hormonal.
  • Aceites Vegetales de Alta Calidad: Son fuentes de grasas saludables y esenciales para el cuerpo.
    • Aceite de Oliva Extra Virgen:Rico en antioxidantes y grasas monoinsaturadas.
    • Cómo aparece: “Aceite de oliva extra virgen” o “Aceite de oliva” (asegúrate de que no esté mezclado con otros aceites).
    • Aceite de Aguacate: Contiene grasas monoinsaturadas y antioxidantes. Ideal para cocinar a altas temperaturas. Cómo aparece: “Aceite de aguacate”.
    • Aceite de Coco Virgen: Rico en triglicéridos de cadena media (MCT), una grasa que el cuerpo usa como energía rápida. Cómo aparece: “Aceite de coco virgen” o “Aceite de coco prensado en frío”.
  • Frutos Secos y Semillas: Estas grasas son saludables y contienen omega-3, antioxidantes y fibra.
    • Almendras, nueces, pistachos, semillas de chía, linaza y girasol. ¿Cómo aparecen?: “Pasta de almendra”, “Harina de nueces” o “Semillas de chía molidas”.
  • Grasas de Productos Animales de Calidad: Si son provenientes de animales bien alimentados (idealmente de pastoreo), son una buena fuente de nutrientes.
    • Mantequilla de animales alimentados con pasto: Rica en vitaminas A, D, E y K. ¿Cómo aparece?: “Mantequilla” o “Mantequilla clarificada (ghee)”.
    • Grasas naturales de carnes de calidad: Estas grasas pueden consumirse en moderación. ¿Cómo aparece?: “Grasa de cerdo”, “Grasa de res”, “Tocino” (de fuentes confiables).

2. Grasas que deberíamos moderar (Consumo Esporádico): No son necesariamente malas, pero deben consumirse con precaución porque, en exceso, pueden contribuir a problemas de salud.

  • Aceites Vegetales Refinados: Son comunes en productos ultraprocesados y pierden gran parte de sus nutrientes durante el refinamiento.
    • Aceite de palma y oleína de palma: Común en productos horneados y snacks. Es económico, pero su consumo frecuente puede ser perjudicial. ¿Cómo aparece?: “Aceite de palma”, “Oleína de palma”.
    • Aceite de girasol refinado: Aunque es una fuente de grasa poliinsaturada, su versión refinada pierde nutrientes y se oxida fácilmente al cocinar. ¿Cómo aparece?:“Aceite de girasol” (sin especificar si es prensado en frío).
    • Grasas animales altamente procesadas: Por ejemplo, manteca industrial o tocino muy salado. ¿Cómo aparecen?: “Grasa de cerdo hidrogenada”, “Manteca industrial”.

3. Grasas que debemos evitar siempre que sea posible: Estas grasas no aportan beneficios y están asociadas con problemas de salud como aumento de colesterol LDL, inflamación y enfermedades cardiovasculares.

  • Grasas Trans o Hidrogenadas: Estas son grasas artificiales creadas al agregar hidrógeno a aceites vegetales, lo que las hace sólidas y aumenta su vida útil. Cómo aparecen:
    • “Grasas parcialmente hidrogenadas”.
    • “Aceites hidrogenados”.
    • “Aceite vegetal hidrogenado”.
  • Aceites Refinados de Baja Calidad: Aceites baratos usados en muchos productos ultraprocesados. Estos aceites son altamente procesados, pierden sus nutrientes y se oxidan fácilmente. Cómo aparecen:
    • “Aceite vegetal” (sin especificar la fuente).
    • “Mezcla de aceites vegetales”.
    • “Aceite de soya”, “Aceite de maíz” o “Aceite de canola” (refinados).

4. ¿Qué hacer con los sellos de “Alto en grasas saturadas”?: No todos los productos con este sello son malos. Lo importante es revisar de dónde provienen esas grasas:

    • Si provienen de fuentes buenas como aceite de oliva, coco virgen, aguacate, mantequilla de calidad o frutos secos, el producto puede ser una excelente opción.
    • Si provienen de grasas procesadas como aceite de palma, grasas hidrogenadas o mezcla de aceites vegetales, mejor evitarlos o consumirlos con moderación.

5. Cómo Tomar Decisiones Informadas

    • Lee siempre la lista de ingredientes: No te dejes llevar solo por los sellos de advertencia; revisa qué grasas están incluidas.
    • Reconoce las fuentes saludables: Aprende a identificar los términos específicos como “aceite de oliva extra virgen” o “mantequilla de pastoreo”.
    • Prioriza alimentos integrales: Aunque algunos productos procesados pueden ser aceptables, una dieta basada en alimentos frescos y naturales es siempre la mejor opción.
    • Moderación es la clave: Incluso los alimentos con grasas menos saludables pueden disfrutarse de vez en cuando si tu dieta general es equilibrada.

Conclusión: Las grasas son esenciales para el cuerpo, pero no todas son iguales. Aprende a identificar las grasas buenas (aceite de oliva, aguacate, coco virgen, mantequilla de pastoreo) y modera tu consumo de grasas refinadas y procesadas. Con esta información, puedes tomar decisiones conscientes que beneficien tu salud y disfrutar de tus alimentos favoritos sin culpa.

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